«Si un invitado muere repentinamente en su casa, sobre todo no avise a la policía», pontifica alguien en una cena, y Baptiste Bordave sigue más tarde el peculiar consejo cuando un misterioso personaje –Olaf Sildur, un multimillonario sueco– aparece en su casa y muere de forma fulminante en su salón. Y a partir de que Baptiste decide hacer pasar el cadáver del sueco por el suyo propio, se sumerge en una vida de ensueño, ocio y placeres. Un oasis habitado por una belleza nórdica a la que Baptiste, que ahora es Olaf, llama Sigrid, en el que se desarrollará una sorprendente historia de amor. Y descubriremos que nada es lo que parece en esta novela negra cuya atmósfera inquietante está cruzada por fuertes ramalazos de humor cáustico. Una fábula sobre la conquista de la libertad de un don nadie.
«La autora de novelas de culto como Estupor y temblores o Metafísica de los tubos nos arrastra en esta novela, brevísima, como suele, y llena de diálogos, a un universo de lujo donde nadie es quien dice ser» (El Mundo).