En una lejana costa al sur de los Seis Ducados se encuentra el Mitonar, un centro de comercio exótico y hogar de una nobleza mercante famosa por sus barcos vivientes construidos con tronconjuro, una madera mágica y una de las mercancías más preciadas del mundo. Se trata de barcos que maduran hasta alcanzar un estado de autoconciencia y generan lazos afectivos con sus dueños.
Vivacia es una de estas naves, que pertenece a los Vestrit, una de las más antiguas familias del Mitonar. Para Althea Vestrit, el barco es su legítima herencia que le ha sido negada. Pero para Wintrow, su sobrino, es una condena perpetua, pues ha sido obligado a interrumpir sus estudios religiosos para servir a bordo.
Althea hará todo lo posible por recuperar su barco, amenazada por la presencia de un extraño que tratará de hacerse con el poder de todos los habitantes de las Islas Piratas.
Las naves de la magia es el primer libro de las Leyes del mar, una trilogía que transcurre en el mismo universo que la primera trilogía de Robin Hobb.